martes, 5 de febrero de 2008

Planeta azul (I) -----Mª Carmen García Abeijón


Érase una vez una bola de fuego que daba vueltas en redondo por el espacio: poco a poco se fue enfriando y se convirtió en nuestro mundo .Un mundo hecho de tierra y de mares, todo cubierto por la atmósfera; visto desde lo alto es de un color azul inigualable, por eso se llama el planeta azul. La materia que forma el planeta puede ser sólida, viscosa, liquida, gaseosa o, como decían los antiguos, tierra, fuego, agua y aire.
Esa esfera de fuego de la que ha nacido la tierra no ha desaparecido del todo: en el centro del planeta permanece siempre incandescente como la semilla de un fruto. En efecto, toda la tierra está “hecha” como un fruto: la corteza terrestre es la cáscara; mas abajo encontramos el manto, la pulpa, luego una masa de rocas ardientes y derretidas en lugar del hueso y, finalmente, en el centro, el núcleo en el lugar de la semilla.
La superficie de la tierra está hecha de tierra pero sobre todo de agua, que la cubre en sus tres cuartas partes. La parte seca, en la que vivimos nosotros, esta dividida en continentes que son enormes islas. Desde siempre la humanidad ha utilizado los recursos que la tierra le ha ofrecido. Por ejemplo, ha cavado agujeros profundos para extraer el carbón de la tierra o para sacar petróleo (con el que hacer materiales plásticos, carburantes y otras cosas) del subsuelo.
En la tierra el hombre vive: edifica, come y bebe, aprovecha sus recursos para carne y para frutos, para gas, para carbón, para la calefacción.
No satisfecho con explotar la tierra por necesidad, el hombre lo ha hecho también para… satisfacer su vanidad. Ha echado abajo árboles, ha horadado montañas, ha secado lagos en busca de oro, plata y piedras preciosas.
El hombre se ha considerado siempre el amo del planeta y ha visto todo lo que le rodeaba como recurso a explotar. Durante miles de años, mares, montañas y bosques le han alimentado y le han ayudado a mejorar su vida.
Pero ha exagerado y ha utilizado el agua para los desechos de las industrias que consumían cada vez más destinados a acabar en la basura en los sumideros. cantidad de materias primas para fabricar objetos, muchas veces inútiles, La tierra no está muerta: se mueve, cambia de aspecto, envejece como todo ser viviente. Lo que pasa es que lo hace muy despacio, casi sin darnos cuenta. Pero cuando, por una serie de razones que laciencia aún investiga, estos cambios se producen bruscamente, es la catástrofe.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El primer árticulo hecho para la revista, para mi todo era nuevo, pero con la ayuda de Pablo salió así tal y como se ve. Gracias por todo "profe".